Ciudadanos de EE.UU abandonan nacionalidad por alza de impuestos
Washington.- Es la nueva ola en los Estados Unidos; cada vez más los ciudadanos acaudalados renuncian a su ciudadanía, entregan el pasaporte norteamericano y reciben visado por 10 años. Pero antes, ya han solicitado la ciudadanía en países cálidos, pero sobre todo, donde los impuestos no desangran su capital.
Los datos del IRS muestran como se ha venido incrementando los contribuyentes extranjeros, nacidos en los Estados Unidos.
Los países donde encuentran más seguridad pública, el dinero les rinde para mantener la vida de lujos a las que están acostumbrados y no se preocupan por impuestos sumamente elevados, además, aumenta el valor por año de las propiedades que adquieren, contrario a lo que ha estado pasando en Estados Unidos.
Pero esta noticia no es nada nueva. Desde hace unos años se ha venido incrementado esta nueva modalidad.
Estados Unidos enfrenta una nueva y diferente fuga de capital y de votantes, los acaudalados escapan y con ellos decenas de personas pierden sus empleos, sin contar con el dinero que dejan de percibir las tiendas por departamento, restaurantes, entre otras.
En el 2011, reporte de Andy Sundberg, entonces secretario de la Academia Americana de Ultramar en Ginebra, indicaron que alrededor de 1.780 expatriados renunciaron a su nacionalidad a las embajadas de EE.UU. , frente a 235 en el 2008, citando las cifras del Registro Federal del Gobierno. En la embajada en Berna, la capital suiza, son largas las filas de estadounidenses que deciden renunciar sus pasaportes.
El averaje promedio de estadounidenses que renuncian a su ciudadanía es de alrededor 1,000 por año, reporto Bloomberg en Mayo del 2012.
El pago por renunciar a sus pasaportes es de $450 dólares, y puede que paguen un último impuesto de salida sobre las ganancias de capital si sus activos superan los $2 millones de dólares, o su facturar anual promedio de impuestos en los Estados Unidos fue de más de $ 151,000 durante los últimos cinco años.
Cada dólar que los acaudalados ahorran, lo pierden en impuestos, entonces, no hay razón para mantener su ciudadanía estadounidense. Prefieren reportar sus cuentas bancarias, sus contratos de seguro, préstamos y su participación en empresas estadounidenses.
La preocupación de esta nueva moda es preocupante para la clase media en los Estados Unidos. Pues quedan atrapados en la vorágine de los políticos que les dejan la carga de los impuestos, mientras con demagogia política exigen se aumente los fondos para programas federales para apoyar económicamente a la clase pobre trabajadora y sobre todo a la no trabajadora.
Quienes conforman la clase media quedan atrapados, no pueden realizar la movida económica de los acaudalados renunciando a la ciudadanía y mudarse a otros países, como tampoco reciben incentivos por parte del Gobierno ni pueden participar de programas federales destinados a familias que generen pocos ingresos.
Fuente: http://www.diariohorizonte.com