Científicos vuelven a intentar desentrañar el misterio de los ovnis
El 24 de junio de 1947, una mañana soleada con cielos azules y despejados, el piloto aficionado Kenneth Arnold sobrevolaba con su avioneta el monte Rainier, en el condado de Lewis, en el estado norteamericano de Washington.
Para su sorpresa, vio nueve objetos blancos y azules brillantes volando en formación de “V”. Comparó su movimiento con el de “un platillo si se salta sobre el agua” y estimó su velocidad en 1.700 millas (2.735 kilómetros) por hora.
Pocos días después de la publicación del informe de Arnold, al menos 20 personas de más de una docena de lugares muy separados dijeron haber visto objetos similares.
Una oleada de avistamientos similares coincidió con el inicio de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Bautizados como objetos voladores no identificados (OVNI), se atribuyeron a objetos extraterrestres, espíritus, ángeles, fantasmas o a otros fenómenos sobrenaturales.
Setenta y cinco años después, el fenómeno, que ha permanecido en gran medida inexplicado con un grado de escepticismo y negación por parte de la comunidad científica dominante, ha encontrado adeptos en la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
La agencia del gobierno federal estadounidense anunció recientemente el encargo de un panel para investigar los fenómenos aéreos no identificados (FANI) que incluyen los ovnis, informa AZERTAC según la Agencia Anadolu.
“El estudio se centrará en la identificación de los datos disponibles, en la mejor manera de recopilar datos en el futuro y en cómo la NASA puede utilizar estos datos para avanzar en la comprensión científica de los FANI”, declaró a la prensa el 9 de junio Thomas Zurbuchen, administrador asociado para la ciencia en la sede de la NASA en Washington, D.C.
Al defender dicho estudio, que comenzará a finales de este año con un coste de 100.000 dólares, el funcionario de la NASA dijo que las prioridades de investigación de la agencia abarcan la caza de vida extraterrestre, la investigación de misteriosos objetos y fenómenos cósmicos y la ayuda para mantener la seguridad de los aviones estadounidenses.
En 2021, el Pentágono anunció la formación del Grupo de Identificación y Gestión de Objetos Aerotransportados, un nuevo grupo de inteligencia para investigar los objetos no identificados que puedan comprometer el espacio aéreo estadounidense.
Patrones de movimiento inusuales
Este grupo se formó poco después de un informe del Grupo de Trabajo de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPTF), un programa dentro de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos, que dijo que era incapaz de identificar 143 objetos avistados entre 2004 y 2021 en el espacio aéreo estadounidense. El informe señala que 18 de ellos presentaban patrones de movimiento o características de vuelo inusuales.
El informe, entregado a los Comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado con un anexo clasificado, decía que algunos de los objetos habían liberado energía de radiofrecuencia que fue captada y procesada por aviones militares estadounidenses. Recomendaba que los fenómenos necesitaban más análisis para determinar si esos avistamientos representaban un “avance tecnológico”.
“No tenemos indicios claros de que haya una explicación extraterrestre para ellos, pero iremos a donde nos lleven los datos”, decía el informe.
Anteriormente, el Departamento de Defensa de EE.UU. había puesto en marcha múltiples proyectos de estudio de los FANI para comprender el fenómeno con fines de seguridad nacional. Los primeros -el Proyecto Sign y el Proyecto Grudge- se encargaron en los años 40 y 50 para recoger y evaluar datos sobre ovnis y aliviar la ansiedad del público.
Pero, tras años de investigación, recomendaron al Consejo de Seguridad Nacional desacreditar los informes sobre ovnis e instituir una política de educación pública para tranquilizar a la población sobre la falta de pruebas detrás de tales avistamientos.
Desde entonces, tanto las agencias espaciales como la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la agencia de espionaje estadounidense, que investigaba por separado el fenómeno, habían dejado todo el asunto en un segundo plano.
Pero el nuevo interés de la NASA y el Pentágono por investigar los ovnis ha renovado el interés por estos avistamientos inexplicables.
Michael Wall, redactor sénior de Space.com, cree que el interés de la NASA por los ovnis en 2022 significa que se ha intentado hacer de este campo pobre en datos algo digno de investigación y análisis científico para desmitificar los ovnis.
Según Meghan Bartels, otra escritora senior de Space.com, los científicos podrían haber detectado por primera vez emisiones de radio de un planeta que orbita una estrella más allá de nuestro sol. Según ella, los astrónomos que están detrás de la nueva investigación han utilizado un radiotelescopio en los Países Bajos para estudiar tres estrellas diferentes conocidas por albergar exoplanetas, es decir, planetas que orbitan alrededor de otras estrellas.
Enfrentarse a la humanidad
El autor Ted Bloecher, que a mediados de los años 60 recopiló una cronología detallada de más de 850 avistamientos en 90 ciudades de EE.UU. y Canadá, dijo estar convencido de que, lejos de ser un problema sin sentido, el problema de los ovnis es quizás el problema científico más destacado al que se enfrenta la humanidad.
“Creo que debemos reorientar radicalmente las actitudes científicas hacia este conjunto de informes sobre OVNIs, que no deja de crecer, y que debemos contar con la ayuda de talentos científicos realmente de primera categoría en la difícil tarea de poner orden definitivo en el caos en el que 20 años de ridiculización han llevado al tema”, señaló en su libro Report on the UFO Wave of 1947.
Mencionó el caso del Dr. M.K. Leisy, un interno junior del Hospital de Enfermedades Mentales de Pensilvania, en Filadelfia, que vio un objeto esférico y oscuro con un halo luminoso a su alrededor volando por debajo de las nubes a una velocidad moderada. Una comprobación en varios organismos reveló que no se habían soltado globos sobre esa zona en ese momento, ni era posible confundir el objeto con ningún otro objeto volador conocido.
Fenómeno cultural
Según Bloecher, basándose en varios relatos de testigos presenciales, los ovnis eran en su mayoría redondos y probablemente con forma de disco y parecían revolotear y reflejar la luz del sol, volando a una altitud de 20.000 a 30.000 pies. A veces volaban en formaciones. De lo contrario, maniobraban solos. A veces, parecían emitir breves pulsos de algo parecido a estelas de vapor mientras se movían erráticamente.
Sean cuales sean las conclusiones científicas, los ovnis y los extraterrestres que visitan la Tierra han constituido un fenómeno cultural internacional muy extendido y han sido objeto de muchas novelas y películas de ciencia ficción desde la década de 1950.
Una encuesta de Gallup de 1996 reveló que el 70% del público estadounidense creía que el gobierno no estaba compartiendo todo lo que sabía sobre los ovnis o la vida extraterrestre. El nuevo interés de la comunidad científica por desmitificar los OVNIs, después de haber expresado su escepticismo e incredulidad durante las últimas décadas, da esperanzas de que el misterio se desvele y que la gente aprenda más sobre los secretos del universo.
Fuente: https://azertag.az/