Científicos rusos logran llegar hasta la masa de agua más pura y antigua del planeta

Moscú.- Después de décadas de prospecciones y 7 de perforación intensiva, un equipo de científicos rusos logró hace una semana agujerear la gruesa capa de hielo que recubre la superficie de la Antártida y llegar hasta el lago Vostok, la masa de agua más pura y antigua del planeta. Ha permanecido aislado de la biosfera terrestre más de 20 millones de años, encerrado bajo un casquete helado de casi 4 kilómetros de espesor, y se espera que su estudio aporte información crucial sobre la evolución de las especies y el cambio climático.

Lev Savatiuguin, jefe del departamento de geografía del Instituto de Investigaciones Árticas y Antárticas de San Petersburgo, sostiene que «el actual descubrimiento, desde el punto de vista científico, es equivalente en relevancia al primer viaje del hombre a la Luna».

«No hay ningún accidente geográfico en toda la Tierra que se haya mantenido aislado por espacio de 20 millones de años», asegura el científico ruso. Según su opinión, «el estudio de este lago nos permitirá saber qué seres vivos habitaban entonces el planeta y también cómo ha ido mutando el clima, lo que a su vez permitirá pronosticar los cambios que deberán producirse más adelante».

Por su parte, German Leichenkov, uno de los responsables de la actual expedición a la Antártida, afirma que «la información más importante la obtendremos cuando lleguemos al fondo del lago». Para ello habrá que dotarse de una tecnología especial. El jefe de geólogos, Valeri Masólov, habla de la existencia en el lecho de la oquedad lacustre de bacterias termófilas, que viven a temperaturas no inferiores a los 55 grados sobre cero, lo que hace pensar que el Vostok se encuentra sobre una bolsa de magma.

La superficie del lago, según el parte oficial, se alcanzó el 5 de febrero a las 17,25 hora española, después de horadar 3.769,3 metros de hielo. Aunque advirtió que aún no se dispone de pruebas directas, el jefe de la expedición, Valeri Lukín, declaró que «probablemente se trate del agua más pura y antigua que existe».

Lukín admitió la semana pasada que no se recogieron muestras del agua del lago, ya que, según sus palabras, «las hubiéramos ensuciado con el queroseno y freón que hemos utilizado como anticongelante durante la perforación». La utilización de estas sustancias fue lo que disparó las alarmas entre las organizaciones ecologistas mundiales.

Sin embargo, el viernes, el ministro ruso de Recursos Naturales, Yuri Trútnev, entregó al jefe del Gobierno, Vladímir Putin, un recipiente, según aseveró, con agua del Vostok. Al parecer, la expedición lleva consigo de regreso a Rusia varios recipientes con agua para su análisis en San Petersburgo.

Todo el equipo que hizo el hallazgo voló el 6 de febrero desde la estación Vostok, situada sobre el lago, a la Progress y de ahí al barco científico Académico Fiódorov. Las temperaturas en la Antártida empezarán a caer a partir de ahora y las investigaciones tendrán que posponerse.

Riesgo de contaminación

Las perforaciones en la zona comenzaron, según la agencia RIA-Nóvosti, en 1970 por orden de las autoridades soviética con la intención de estudiar la capa de hielo, cuyos estratos contienen valiosa información sobre la evolución del clima. Se supo de la existencia del lago en 1996 gracias a la participación de especialistas británicos. En 1998, cuando solo faltaban por taladrar 130 metros, se detuvo el proyecto, en parte por falta de fondos, pero también por las protestas internacionales, ya que la obsoleta tecnología empleada entonces amenazaba con contaminar el agua.

Ya con el visto bueno de los países firmantes del Tratado Antártico, Rusia reemprendió la perforación en 2005. Hubo varias expediciones, pero todas ellas fracasaron por distintos contratiempos. El hielo se hacía más duro a medida que aumentaba la profundidad.


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