Científicos alemanes consiguen que los ratones paralíticos puedan volver a caminar
Expertos de la Universidad del Ruhr-Bochum estimularon la regeneración de las células nerviosas de los ratones paralíticos mediante la inyección de una proteína de diseño, que les permitió volver caminar en tres semanas.
Mediante una proteína de diseño inyectada en el cerebro, un grupo de investigadores alemanes han conseguido que ratones paralíticos vuelvan a caminar, restableciendo un vínculo neuronal que hasta ahora se consideraba irreparable en los mamíferos.
Las lesiones de la médula espinal, a menudo causadas por deportes o accidentes de tráfico, dejan paralíticos a los humanos porque no todas las fibras nerviosas que transportan la información entre los músculos y el cerebro son capaces de volver a crecer.
Sin embargo, los investigadores de la Universidad del Ruhr de Bochum (noroeste) consiguieron estimular la regeneración de las células nerviosas de los ratones paralíticos mediante una proteína de diseño. El estudio fue publicado en la revista científica Nature.
“Lo especial de nuestro estudio es que la proteína no solo es usada para estimular las células nerviosas, que producen (proteínas) por sí mismas, sino que también se transporta más allá (a través del cerebro)”, dijo el director de la investigación, Dietmar Fischer.
“De este modo, con una intervención relativamente pequeña, estimulamos un número muy grande de nervios para que se regeneren y esa es, en última instancia, la razón por la que los ratones pueden volver a caminar”, añadió el experto.
Los roedores paralíticos que recibieron el tratamiento empezaron a caminar al cabo de dos o tres semanas. El método consiste en inyectar en el cerebro portadores de información genética para producir la proteína, llamada hiperinterleucina-6, según el sitio web de la universidad.
El equipo ya piensa hacer pruebas en otro tipo de animales: “También tenemos que ver si nuestro método funciona en mamíferos más grandes. Estamos pensando, por ejemplo, en cerdos, perros o primates”, señaló Fischer.
“Entonces, si funciona allí, tendríamos que asegurarnos de que la terapia es segura también para los humanos. Pero eso llevará sin duda muchos, muchos años”, concluyó el científico.
Fuente: https://www.dw.com/