Ciencia confirmará que maíz genéticamente modificado no es dañino para la salud humana

Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), pidió reglas claras al gobierno de Andrés Manuel López y utilizar la ciencia para dejar la libre (y sin arancel) la importación de maíz amarillo de Estados Unidos.

“Estoy confiado que en la parte técnica se lleguen a cuestiones muy puntuales, prácticas y basadas en ciencia, en que con base en ello se tomen las decisiones y no por temas políticos descarrilen una relación tan importante para México y Estados Unidos”, expresó el empresario.

La controversia con el maíz genéticamente modificado es un tema de ciencia, ya que son productos que se han venido utilizando los últimos 25 y 30 años y no han causado daño a la salud, dijo a Forbes México.

En Estados Unidos estudiaron durante diez años al maíz genéticamente modificado antes de que lo aprobaran, después le dieron el visto bueno a los análisis científicos y se ha utilizado desde hace 25 años, precisa.

“A mi entender no ha habido ningún problema de salud en Estados Unidos al respecto”, declara el expresidente de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA).

Si no se llega a un arreglo en el caso maíz transgénico por las consultas técnicas en el marco del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), “nos vamos al panel porque es un asunto para nosotros muy importante, ya que es la salud de nuestro pueblo”, afirmó el martes Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) debe realizar un análisis con el objetivo de conocer los impactos en la salud debido al consumo de maíz transgénico, propuso López Obrador.

“Ya se está buscando un acuerdo para que se pueda hacer un análisis entre una agencia calificada de Estados Unidos y Cofepris sobre el daño —o no— a la salud del maíz transgénico, entonces eso es lo que nosotros proponemos. En tanto, no permitimos que se consuma en México”, subrayó ayer López Obrador.

“Queremos, además, que se sepa de una vez y para siempre lo que contiene el transgénico y si no hay daños a la salud; eso es bueno para el consumidor en México y para el consumidor en Estados Unidos”.

Luiz Inácio Lula da Silva a las dos semanas de entrar en su primer período de presidente de Brasil (en 2004) aprobó el maíz genéticamente modificado, por lo que “yo quiero pensar que está más que probado de que no es dañino (el maíz amarillo) para la salud”, recordó Cortina Gallardo.

La ciencia ayudará a alimentar a la creciente población de México y el mundo, a que haya cultivos sustentables, así como a enfrentar los problemas del cambio climático y la inflación, sostuvo.

“Mi punto de vista es que debiéramos seguir utilizando los productos (o maíz genéticamente modificado) como los utiliza el resto del mundo”, aseguró el directivo.

La controversia por el uso del maíz transgénico entre México y Estados Unidos no es un tema reciente, sino que comenzó con el primer decreto publicado en diciembre de 2020, señaló.

“Era un decreto súper ambiguo y que se prestaba a muchas interpretaciones. Y el 13 de febrero de 2023 se publica un nuevo decreto que pone en orden muchas cosas”.

Sin embargo, para Estados Unidos no fue suficiente la publicación del decreto del maíz transgénico , por lo que procedió a pedir consultas técnicas en el marco del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), puntualizó el empresario mexicano.

Posteriormente, dijo Cortina Gallardo, el gobierno de Estados Unidos decidirá si quieren ir a paneles por la prohibición de la importación de maíz genéticamente modificado para la alimentación humana en México, es decir la elaboración de masa y tortilla.

“Mi preocupación como Consejo Nacional Agropecuario es que si se descarrilará la relación del sector (por la importación de maíz amarillo) entre México y Estados Unidos y evidentemente tendría repercusiones en un tema de guerra comercial”, aseveró.

“Una guerra comercial abre una serie de represalias en contra de los productos mexicanos como la cerveza, tequila, aguacate, azúcar y tomate, que son exportados al mercado estadounidense. Si no hay daño comercial o es mínimo, pues quisiera pensar que la represalias debían ser mínimas si es que se llegan a dar después del periodo de consultas y paneles”, refirió.

Lo importante, consideró, es aprovechar las consultas técnicas para alcanzar acuerdos del diferendo técnico para que “no lleguemos a tener un problema más grande con Estados Unidos”.

Actualmente México y Estados Unidos comparten una relación complementaria muy importante por el lado económico y la seguridad alimentaria, añadió Juan Cortina Gallardo.

“No quiero que se llegue al límite y espero que no se llegue al límite, y por eso están los mecanismos de solución de controversias entre en el T-MEC y empiezan por las consultas técnicas y ahí ambos gobiernos van a presentar las posiciones y ojalá se lleguen acuerdos”.

La relación agroalimentaria entre México Estados Unidos es muy grande y muy vasta, México exportó más de 50 mil millones de dólares el año pasado, el cual cerca el 85 por ciento fue a Estados Unidos.

Nosotros estamos mandando frutas, verduras y proteínas del pecuario y Estados Unidos nos manda granos, afirmó Juan Cortina Gallardo.

Hoy la preocupación de Estados Unidos es que mediante este decreto el gobierno mexicano pudiera empezar a impedir la entrada de granos, en particular maíz amarillo a México, dijo.

La importación de maíz amarillo es la relación principal agropecuaria de Estados Unidos a México: “Las implicaciones pudieran ser delicadas para Estados Unidos si (se impide el ingreso de maíz amarillo a México). Ellos sienten que el decreto que se publicó el 13 de febrero de este año no es lo suficientemente claro y deja espacios para su preocupación”.

Fuente: https://www.forbes.com.mx/


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