Cayo Arenas, un caudal de agua cristalina

Santo Domingo.-Por sus cristalinas aguas, donde se puede apreciar el ecosistema marino, rocas coralinas muy bien conservadas, especies como el lambí, además de grandes bandadas de bubíes y otras aves que llegan allí cada año, los cayos Los Siete Hermanos representan una de las más importantes reservas de vida silvestre en el país.

Ubicados en Montecristi, estos pequeños terruños, que conforman una especie de archipiélago bautizados como Monte Chico, Monte Grande, Terrero, Ratas o Tuna, Arenas, Muertos y Torurú de origen coralinos, son verdaderos refugios de aves y plantas resistentes al clima seco.

A partir de que el Ministerio de Medio Ambiente estableciera allí el barco “Mago del Mar”, que vigila de forma permanente desde 2009, el número de bubíes ha alcanzado unas 14 mil unidades, según el último conteo.

Eric Carrasco Núñez y Nelson García Marcano, veterinario y biólogo, respectivamente del área de la Dirección de Biodiversidad de Medio Ambiente, afirman que antes de esa iniciativa los huevos de esas aves eran saqueados en la zona, específicamente por ilegales haitianos, para el consumo por la falsa creencia de que los mismos tienen cualidades afrodisíacas.

Visita selectiva

Para ambos profesionales, lo más importante es conocer esa reserva eco turística, debido a la gran cantidad de aves migratorias, mangles, arrecifes y fauna marina que se concentra allí.

No obstante, sugieren hacer esa visita en grupos selectos para no romper con la tranquilidad propia del lugar o irrumpir los espacios donde se anidan y emprenden vuelos hacia otros lugares las especies que hacen vida en la zona.

A quienes gustan de las aventuras, se recomienda observar las aves a cierta distancia para no irrumpir en su hábitat. Los cayos están divididos en parcelas de 50 metros cuadrados; el conteo de las especies se hace a partir de cada huevo en los nidos.


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