Cateterismo intervencionista como opción de tratamiento en pacientes

Las cardiopatías congénitas representan un desafío significativo en el campo de la cardiología pediátrica, con una incidencia de ocho a diez casos por cada mil nacidos vivos.

Estos defectos, que afectan la estructura y función del corazón, pueden tener un impacto profundo en la vida y calidad de vida de los pacientes, a menudo requiriendo intervenciones médicas complejas para paliarlas o tratarlas de forma definitiva.

Adabeyda Báez Chalas, cardióloga pediátrica y coordinadora del Laboratorio de Hemodinamia Pediátrica de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que el cateterismo cardíaco pediátrico es una herramienta crucial en el manejo de estas condiciones; este puede ser realizado con fines de diagnóstico, para definición angiográfica y hemodinámica antes de la cirugía cardiaca o intervencionista como tratamiento de algunos defectos cardíacos.

Explica que el cateterismo intervencionista es una técnica avanzada y menos invasiva que la cirugía tradicional, que se realiza por vía percutánea, utilizando catéteres que se introducen a través de las venas y/o arterias, generalmente localizadas en la ingle, cuello o brazos.

Guiados mediante fluoroscopia (tipo de radiografía que muestra en tiempo real órganos, tejidos y otras estructuras internas en movimiento) en una sala de hemodinamia, permiten a los médicos acceder al corazón para realizar intervenciones precisas.

La doctora detalla que esta técnica ha evolucionado considerablemente, convirtiéndose en una opción segura y eficaz para el tratamiento de diversas cardiopatías congénitas. Este progreso ha sido posible gracias a los avances en bioingeniería médica, que han permitido el desarrollo de dispositivos modernos capaces de mejorar los resultados inmediatos y a largo plazo.

Defectos cardíacos

Menciona que uno de los aspectos más notables del cateterismo intervencionista es su capacidad para reemplazar (en los casos que aplique), la cirugía convencional en el tratamiento de defectos cardíacos específicos.

Además, este procedimiento puede servir como una intervención paliativa en situaciones donde se necesita estabilizar al paciente antes de una cirugía definitiva o actuar como un complemento en cirugías complejas, mediante procedimientos híbridos.

Esta colaboración entre cirujanos y cardiólogos intervencionistas no sólo mejora los resultados del tratamiento de las cardiopatías congénitas, sino que también reduce la morbilidad y mortalidad asociadas.

Cardiopatías que trata

Entre las cardiopatías congénitas más comunes que pueden requerir un cateterismo intervencionista de emergencia en recién nacidos, se encuentran la transposición de grandes arterias con septum interventricular íntegro, cardiopatías congénitas cianógenas ductus dependiente, la estenosis valvular pulmonar crítica y la estenosis valvular aórtica crítica.

Además, en pacientes más grandes, tanto niños como adultos, el cateterismo intervencionista es eficaz para cerrar defectos en los tabiques cardíacos, como la comunicación interauricular e interventricular, así como para el cierre del conducto arterioso persistente y otros elementos vasculares anormales (fístulas y colaterales) apertura de válvulas cardíacas (estenosis de válvula aórtica y pulmonar) y vasos sanguíneos que tienen segmentos estrechos (coartación aórtica, estenosis de ramas pulmonares), entre otros.

Utilidad

El cateterismo intervencionista no se limita a procedimientos diagnósticos; sino también puede ser terapéutico en una variedad de formas, con el uso de catéteres y diferentes dispositivos como son: el stent, en caso de reparar un vaso sanguíneo estrecho o para que una estructura vascular se mantenga abierta, hasta que se pueda hacer el reparo quirúrgico posteriormente de su cardiopatía. Asimismo, son también usados diferentes catéteres con balones en casos de realizar valvuloplastía con balón o atrioseptostomía. Otros usos incluyen la oclusión de cortocircuitos intra o extracardíacos residuales tras cirugías previas, la extracción de cuerpos extraños que han migrado en el sistema cardiovascular, completar vía endovascular procedimientos quirúrgicos específicos, entre otros.
Procedimiento

Estos procedimientos se realizan generalmente bajo sedación o anestesia general, dependiendo de la complejidad del caso y la edad del paciente. Aunque como todo procedimiento médico, el cateterismo cardíaco conlleva ciertos riesgos, Báez asegura que estos son mínimos cuando el procedimiento es realizado por un equipo experimentado. Las complicaciones pueden variar desde reacciones leves al medio de contraste hasta lesiones graves en el corazón o los vasos sanguíneos, pero tales incidentes son raros en manos expertas.

Beneficios

Uno de los mayores beneficios del cateterismo intervencionista es la significativa reducción del tiempo de hospitalización, que generalmente se limita a uno o dos días, dependiendo del estado de salud del paciente.
Además, este procedimiento sólo realiza muy pequeñas incisiones en la piel y por tanto es menos doloroso y deja menos cicatrices, permite una rápida recuperación y reintegración a las actividades normales del paciente, lo que lo convierte en una opción terapéutica ideal para muchos defectos cardíacos en pacientes de todas las edades.

Avances

Bioingeniería

Con avances continuos en la bioingeniería y la medicina, es probable que el cateterismo intervencionista siga evolucionando, ofreciendo soluciones cada vez más efectivas y menos invasivas para los pacientes con cardiopatías congénitas en el mundo.

Avances más relevantes en la última década

Uno de los avances más relevantes en la última década ha sido poder realizar el reemplazo de la válvula pulmonar por vía endovascular en aquellos casos de pacientes que han necesitado una cirugía a corazón abierto para reparar una cardiopatía congénita y así evitar una operación.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*