Cáncer colorrectal se evitaría con hábitos saludables

Pamplona.- Entre un 30 y un 40 % de los casos de cáncer colorrectal podría prevenirse con medidas relacionadas con la dieta, el control del peso y la actividad física, según expertos en la materia que han destacado como un ‘hito’ el cambio de tendencia en la mortalidad por esta patología que ha tenido lugar en Navarra.

Y es que desde el año 1998 la mortalidad en el caso de los hombres se ha estancado y en las mujeres se ha reducido, según ha señalado la directora del Instituto de Salud Pública, Marisol Aranguren, en una rueda de prensa ofrecida con motivo de la celebración mañana del ‘Día Internacional del Cáncer de Colon’.

Junto a ella han comparecido el coordinador en Navarra de la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon, Jesús García-Foncillas, la especialista en Medicina de Familia y Comunitaria, Patricia Alfonso, y los especialistas en Aparato Digestivo Jesús María Urmán y Ana Guerra.

Los tumores de colon y recto son característicos de los países desarrollados y son el tercer tipo más habitual entre los hombres, después del de próstata y el de pulmón, y el segundo entre las mujeres, tras el de mama.

Por edades, las tasas aumentan sobre todo a partir de los 50 años, donde se inicia un ascenso pronunciado, de forma que en torno al 70 % de estos cánceres son diagnosticados en mayores de 65 años.

Además, su incidencia es mayor en los hombres que en las mujeres (1,9 veces más). En Navarra, según Aranguren, en el periodo 2003-2006 se registró una media anual en hombres de 249 casos (15,2 % sobre el total de casos de cáncer) y 162 en mujeres (14,2 %).

En cuanto a la mortalidad es la segunda más alta en hombres, tras el cáncer de pulmón, y la más frecuente en mujeres. Durante los años 2008-2009 en la Comunidad foral se produjeron 110 muertes anuales por esta causa entre hombres y 91 entre las mujeres.

La supervivencia relativa a los 5 años en pacientes de cáncer de colon y recto es de un 54 % para los hombres y un 57 % para los mujeres, según Aranguren, quien ha apuntado que en los pacientes más jóvenes es más alta.

En comparación con otras comunidades autónomas y otros países europeos Navarra se sitúa en una franja intermedia tanto para el cáncer de colon como para el de recto en hombres y en una posición más favorable para mujeres sobre todo para el cáncer de recto.

Este cambio favorable de tendencia en cuanto a la mortalidad ha sido subrayado por García-Foncillas, quien ha incidido en que los avances en esta línea pasan por unos hábitos saludables, unidos a unas campañas de vigilancia en los grupos de riesgo y a la prevención, puesto que ‘cuanto antes se pueda diagnosticar más se hará para disminuir la mortalidad’.

En el caso de Navarra, en esta labor están implicadas dos consultas diferenciadas que forman una sola unidad funcional cuyo objetivo es disminuir la incidencia de la mortalidad asociada a esta patología, una en la atención primaria y otra en la especializada.

Guerra ha explicado que en el 2008 se puso en marcha una consulta de alto riesgo para realizar un seguimiento de los familiares de personas a las que se les ha detectado la enfermedad (padres, hermanos e hijos, normalmente a partir de los 40 años) y a familias con síndromes hereditarios. El riesgo de padecer la enfermedad en el caso de familiares es 2 ó 3 veces superior a la media.

Esto, según ha informado, ha permitido que Navarra tenga uno ‘de los índices más altos de detección de pacientes con síndrome de Lynch (cáncer colorrectal hereditario) por comunidades autónomas’.

La consulta de enfermería de cribado de familiares de cáncer colorrectal, atendida por dos enfermeras especializadas, se puso en marcha en la Atención Primaria en 2010 con el fin de mejorar el rendimiento del programa de cribado y optimizar los recursos.

Para ser incluidos en ese programa los familiares de pacientes diagnosticados deben acudir a su médico, quien si cumple los criterios le remitirá a esta consulta, donde se le realizará una historia familiar, se estratificará el riesgo de cáncer familiar y si se detectan criterios clínicos de cáncer hereditario se le derivará a la consulta de alto riesgo y si no se le informará sobre la conveniencia de la realización de colonospia u otras opciones.

Aunque todavía no existe un programa de detección como en el cáncer de mama, debido a la cantidad de recursos que requiere, sí se ha diseñado todo un programa que está a la espera ‘del momento idóneo para su puesta en marcha’, ha señalado Aranguren.


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