Buen humor es remedio contra la aerofobia, o miedo a volar en aviones

Madrid.- Es temporada de vacaciones y muchas son las personas que organizan viajes para estos días pero, ¿qué hacer cuando el miedo a coger un avión llega a suponerte un problema?

La aerofobia, en muchas ocasiones derivada de la propia claustrofobia o el vértigo, es uno de los miedos más populares y suele manifestarse a través de ataques de ansiedad, de pánico e incluso de vómito. Sin embargo, el tópico de «el avión es el transporte más seguro» que tanto se repite es totalmente cierto, la probabilidad de sufrir un accidente aéreo es mínima, de uno entre 6,3 millones, muy por debajo del coche o el tren. Además, en caso de emergencia existen multitud de recursos de seguridad y de salvamento.

A pesar de tener conocimiento de ello muchas personas siguen padeciendo este sufrimiento. Una de cada seis personas teme el momento de subirse a un avión y el 15% de los viajeros posee aerofobia, según la Organización de Aviación Civil Internacional. Por ello, hay ciertos consejos que podemos seguir para que el viaje no suponga una traba en las vacaciones.

Antes de emprender el vuelo no se deben tomar bebidas estimulantes como el café o las bebidas energéticas, pueden alterar nuestro sistema nervioso y atenuar el miedo. Es mejor inclinarse por bebidas ligeras.

Es recomendable viajar acompañado, el hecho de sentir a alguien cercano a nuestro lado tranquiliza. Si inevitablemente debemos volar solos, comunicarle el miedo a una azafata también puede aportar serenidad.

En cuanto a la posición a ocupar se aconseja que no se tomen los asientos cercanos a las ventanillas, pues el no ver a través de ellas disminuye la sensación de estar en el aire.

Calma y distracción

Es muy importante mantener la calma, no dejar que el miedo se apodere del cuerpo. Hay que realizar una respiración pausada, si te sientes agitado o mareado lo mejor es coger una bolsa de papel y respirar con ella. También se puede realizar previamente algún ejercicio de relajación como escuchar música lenta y calmada, que aporte armonía.

Durante el vuelo es bueno mantenerse ocupado o distraído. Se puede optar por leer una revista, escuchar música o bien conversar con otros pasajeros. Si nos decidimos por la última sería también favorable contarles nuestro problema, ya que compartir el miedo hace que nos sintamos apoyados.

Llevar a cabo todas estas tácticas pueden ayudar a mejorar nuestro vuelo, aunque lo más importante, como en la mayoría de los casos, es tomárselo con humor. Reírse del propio miedo aporta positivismo y ayuda a hacer mucho más llevadero este obstáculo en nuestro viaje.

Fuente: http://www.abc.es


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