Avión militar suizo provoca incidente diplomático entre Moscú y París
Berna.- Suiza ha reconocido como suyo el caza de combate que ayer por la mañana se acercó al avión de pasajeros en el que viajaba una delegación parlamentaria rusa encabezada por el presidente de la Duma (Cámara Baja), Serguéi Narishkin.
Según el Ministerio de Defensa suizo la aproximación se produjo sobre la ciudad helvética de Biel (Biena) y no persiguió otra cosa más que «efectuar una comprobación rutinaria de control en vuelo».
Pero los diputados rusos, que volaban hacia Ginebra para tomar parte en la 133 Asamblea de la Unión Interparlamentaria, calificaron de «peligros» la maniobra llevada a cabo por el aparato suizo, un F/A-18, y creyeron que pertenecía al Ejército del Aire francés. La indignación de Narishkin fue tal que provocó que Moscú convocara de urgencia al embajador galo en Rusia, Jean-Maurice Ripert, para dar explicaciones.
El encargado de recibir ayer a Ripert fue el viceministro de Exteriores, Alexéi Meshkov, quien le trasladó el malestar de Rusia por el «peligroso» incidente aéreo. Según la nota publicada en la web de la Cancillería rusa tras el encuentro, Meshkov advirtió al diplomático francés que «tales acciones minan toda posibilidad de utilizar Francia como lugar para conversaciones y encuentros multilaterales« cuando quedan menos de dos meses para que en París se celebre la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático.
Pedir explicaciones
Sin embargo, París negó de inmediato su implicación en el percance. El Ministerio de Exteriores galo afirmó que el aparato al que se referían los parlamentarios rusos era un F/A-18 Hornet McDonnell de fabricación estadounidense, información que después corroboraron las autoridades de Berna.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, declaró ayer ante las cámaras del canal público «Rossia-24« que «haya sido Francia o Suiza, pediremos explicaciones para averiguar qué pasó y por qué«. Según su opinión, «el cielo europeo es sobrevolado regularmente por multitud de delegaciones oficiales de todo el mundo y con nadie se producen tales situaciones«.
Ella también cuestionó que determinados países puedan ser sede de eventos internacionales mientras sigan dificultando los movimientos de delegaciones oficiales rusas. Suiza, precisamente, acoge multitud de entidades mundiales, entre ellas la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra.
Moscú protestó el mes pasado por las limitaciones que sufrieron algunos de los miembros de la delegación que acudió a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Muchas de estas dificultades están asociadas con las sanciones impuestas contra el país eslavo por la anexión de Crimea y su ayuda a la insurrección armada en el este de Ucrania.
Fuente: http://www.abc.es/