Avión de aeromodelismo con forma de pájaro alejaría bandadas de aves de aeropuertos

Bilbao.- El invento se llama Shepherd hawk (pastor halcón). Vuela como un auténtico halcón y realiza en el aire las labores propias de un perro pastor. Agrupa las bandadas y las conduce donde quiere. Donde quiere la persona que lo teledirige desde tierra.

Porque el Shepherd hawk es un robot, un avión de aeromodelismo con forma de pájaro y disfrazado de halcón cuya misión es ahuyentar a las palomas, gaviotas y estorninos que colonizan las ciudades y sobrevuelan los aeropuertos. Es un halcón de juguete que provoca mucho miedo y respeto a las aves. El artilugio ha sido ideado y construido por un grupo de jóvenes ingenieros aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid y su puesta en escena es obra de Trabio, una empresa bilbaina especialista en el tratamiento de plagas ambientales.

Javier Legarreta, gerente de Trabio S. L., lleva muchos años trabajando en el repelente mundo de las plagas. Ha librado batallas con roedores, chinches, termitas y todo tipo de aves, pero cada vez requieren más sus servicios para ahuyentar, que no aniquilar, a las denominadas ‘ratas del aire’, las palomas y gaviotas. Hasta ahora ha utilizado los métodos tradicionales, basados en las barreras físicas: pinchos antipalomas en las fachadas de los edificios, mallas protectoras y carriles eléctricos.

‘Nos faltaba un apoyo aéreo’, dice Javier. Pues bien, ese apoyo ha llegado desde Madrid en forma de halcón. Tres jóvenes ingenieros aeronáuticos, amantes del aeromodelismo, se pusieron en contacto con él el pasado mes de noviembre para ofrecerle el pájaro mecánico que habían diseñado. ‘La idea me pareció estupenda’, comenta Javier. Así que lo vio, le convenció y desde hace dos semanas uno de los inventores se encuentra en Bizkaia para formar al personal de la empresa de Javier en el pilotaje y mantenimiento del aparato.

AZOR

‘Esto no es más que un avión de aeromodelismo al que hemos disfrazado de azor’, señala Mario Sánchez, uno de los ingenieros artífices de la criatura. Han elegido el azor porque ‘dentro de la familia de los halcones es el que más miedo provoca, por su agresividad, al resto de las aves’. El bicho tiene una envergadura de 1,66 metros, algo más de lo que mide un azor, pesa dos kilos y está construido con ‘materiales punteros’ como keblar, fibra de carbono y polipropileno expandido. A diferencia de otros aviones de aeromodelismo, elShepherd hawk es eléctrico, con lo cual apenas hace ruido. A pesar de ello, tiene una autonomía de vuelo de una hora y un radio de acción de más de un kilómetro.

El primer día que lo pusieron a volar en Delika, donde están realizando las prácticas, causó sensación no solo entre los miembros del Club de Aeromodelismo de Orduña, sino entre las aves rapaces de la zona. ‘Fue impresionante’, relata Javier, ‘en cuanto despegó se pusieron a volar junto a él una bandada de buitres pensando que había carroña por aquí’. Pero esa no es la función, la de atraer, la que debe desarrollar el pastor halcón, sino todo lo contrario, ahuyentar.

AEROPUERTOS

De hecho, está cumpliendo a la perfección sus primeros cometidos. Mario comenta que ya han realizado trabajos con éxito en lonjas de pescado del puerto de Vigo, en varios vertederos en Ibiza y Alicante, así como en una piscifactoría en Castellón. En todos estos casos el problema estaba generado por las gaviotas. Pero también están siendo requeridos en el extranjero.

Hasta el momento han viajado a Colombia, Perú, Italia e Israel, para demostrar que su invento es capaz de sustituir el servicio de cetrería en los aeropuertos. ‘Nuestra idea partió precisamente’, señala Mario, ‘pensando en que nuestro sistema puede ser más económico e igual de efectivo que la cetrería en los aeropuertos’. ‘Los halcones’, interviene ahora Javier, ‘hay días que no quieren volar o están enfermos o huyen y no vuelven; sin embargo, con este aparato todos los días se cumple con la labor de espantar y dejar libre el espacio aéreo de aves que pueden producir un accidente, como hace poco sucedió con el avión que iba a llevar al lehendakari’.

PRECIOS

El prototipo que Mario está utilizando estos días en las campas de Delika estaría destinado a ‘trabajar espacios muy abiertos’ como puertos y aeropuertos. Para ciudades han diseñado otro avión teledirigido más pequeño ‘de unos 200 gramos de peso. ‘Este sería el ideal para combatir las plagas en edificios e incluso en naves industriales cerradas como lonjas de pescado’, señala Javier. Pero para ello habrá que tener una gran destreza en el manejo del aparato. Por eso, Mario está impartiendo un curso acelerado de dos semanas, a razón de siete horas diarias de vuelo, para que los halcones de juguete realicen bien su cometido y no acaben estrellándose en una pared o provocando un accidente. El avión más grande tiene un precio de 6.000 euros y el pequeño, 4.000.

Un precio desorbitado para ser un juguete, pero muy barato para una herramienta de trabajo que puede acabar con las plagas ambientales. El grupo de ingenieros del que forma parte Mario ya está pensando en otro proyecto que tiene pinta de ser muy interesante. En breve presentarán a las Fuerzas Armadas un pequeño avión, parecido al azor, dotado de cámaras para realizar labores de reconocimiento.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*