Así sobreviven los bares y restaurantes en México a la ‘resaca’ de Covid-19

El impacto de la pandemia sobre los negocios, especialmente bares y restaurantes, en México luce descomunal. Lo peor es que nadie puede asegurar cuánto tiempo pasará para recuperarse de la resaca de la pandemia. Según la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), la crisis causará el cierre de más de 100 mil establecimientos en el país.

Pero Marcos Di Battista, mixólogo y socio del Comedor de los Milagros, Comedor Lucerna y Handshake Bar, sabe que México es un país resiliente y lleno de oportunidades, aún en medio de una crisis. Originario de Argentina, Marcos dice que hay razones importantes que le hacen saber que, más temprano que tarde, la industria de restaurantes y bares retomará la actividad económica y luce alentadora su predicción.

“Cuando llegué en 2009, durante la pandemia del H1N1, entendí a qué le apostaba. México es un país más estable, económicamente hablando. México tiene mucha fuerza y un gran empuje que sirve para salir de los problemas. Yo no sé si en Argentina pudiera lidiar con un problema tan fuerte que tiene México como el narcotráfico. Todos los días, los mexicanos se levantan por la mañana a trabajar y darle pecho frío a los problemas”, asegura el empresario.

Poner un restaurante en México no es fácil, mucho menos mantenerlo. Según datos de la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR), cuatro de cada 10 negocios de emprendedores independientes no pasarán después de los primeros tres años de su fundación y sólo dos de cada 10 lograrán subsistir después de cinco años. Sin embargo, las oportunidades surgen y la resiliencia debe ser muy importante para los empresarios que busquen hacer de un restaurante, un negocio exitoso.

Para los antros y bares, mudar su formato a restaurante ha sido un gran reto. Cuesta hasta medio millón de pesos la adaptación de bar a restaurantes, según la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (Ambadic). De hecho, hace algunas semanas, algunos empresarios anunciaron la creación del Frente Nacional de la Industria del Entretenimiento Nocturno para proteger los 800 mil empleos y que la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que dicha apertura es posible de manera paulatina y bien vigilada por epidemiólogos.

“Nosotros teníamos una plantilla de casi 200 empleados y que pudimos pagar hasta que nos alcanzó. Tuvimos deudas que preferimos tenerlas para no hacer recorte de empleo o cerrar los restaurantes y el bar. Por lo menos, en el caso de que les pasara algo, pudieran mantener su registro en el IMSS y atenderse”, cuenta Di Battista. “Fue muy duro pero tenemos la tranquilidad de que todo va a mejorar. El sistema ‘envío a domicilio’ nos ayudó en uno de los restaurantes para pagar nónima, aunque no pagáramos servicios. Algunos proveedores nos financiaron para ayudar a los empleados, hasta que sus recursos se lo permitieran”.

Desde el 1 de julio, los restaurantes obtuvieron el permiso de volver a abrir sus puertas con ciertas restricciones. El aforo es hasta máximo 30% entre otras restricciones que las autoridades gubernamentales dictaron, pero con el paso de las semanas, muchos restaurantes no llegaban a ese porcentaje. Para Marcos Di Battista, esa decisión representó un alivio. Aún con esas medidas, la oportunidad de regresar a trabajar en medio de una crisis lucía confortante. Ahora el reto sería encontrar nuevas tácticas para tener comensales y adaptarse a la Nueva Normalidad pero con el orgullo de saber que no cerraron permanentemente.

“Fue una sensación extrema de la que salimos como pudimos. Teníamos deudas y nóminas qué solventar pero lo importante es que volvíamos a trabajar. De hecho, llegamos al punto de pagar el 75% del sueldo de los trabajadores y aún así, se mostraron muy agradecidos por conservar el empleo. Hoy ya regularizamos hasta el 90% del sueldo de lo que ganaban antes de la pandemia. A nosotros como socios también nos tocó ser apoyados. El gobierno nos ayudó con una aportación de 70 mil pesos para pagar la renta de los restaurantes que, en cierta parte es desmedido con los tres millones que perdimos por cerrar, pero fue como agua en el desierto y agradecimos mucho el gesto”.

Cada vez más, los mexicanos han salido más del confinamiento y han vuelto a retomar sus actividades con ciertas medidas. Los restaurantes también se han adaptado mejor a la Nueva Normalidad y han encontrado nuevas estrategias que acercarán a los clientes a llenar sus aforos permitidos.

Por un lado, el coronavirus no ha cesado y algunos expertos esperan un repunte o una siguiente ola de contagios en invierno que posiblemente lleven a los negocios a bajar las cortinas nuevamente, pero el impacto ya no será el mismo porque los mexicanos ya saben lo que es lidiar con la crisis sanitaria. Los aprendizajes conducen a los empresarios a tomar decisiones más acertadas y prevenir cualquier otro caso similar, pero lo más importante es saber que como cualquier resaca, el tiempo ayudará a aliviarla.

“Si la pandemia hubiera sido como la peor cruda de mi vida, el alivio sería estando agradecido que por lo menos estoy vivo y que mi familia está bien, pero que posiblemente el de a lado, le fue mucho peor y tengo que ser empático con esa persona”, reflexiona el mixólogo y empresario argentino.

Fuente: https://www.altonivel.com.mx/


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