Así está quedando el nuevo mapa del comercio mundial

El comercio internacional sigue su proceso de desaceleración a medida que el conflicto de Ucrania y sus consecuencias están reemplazando a la covid-19 como el principal lastre para el crecimiento. El comercio mundial se elevará a una tasa promedio menor al PIB en la próxima década, revirtiendo el patrón de crecimiento mundial impulsado por el comercio que ha prevalecido desde casi la caída del Muro de Berlín.

Los estándares comerciales a los que estábamos acostumbrados están adaptándose no solo como resultado de la guerra en Ucrania sino también debido a la disminución de la dependencia de las economías occidentales de China, así como al surgimiento de bloques económicos como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Todo ello a medida que las empresas diversifican los riesgos de sus cadenas de suministro. El comercio mundial seguirá mejorando, pero a una tasa de solo el 2,3 % en la próxima década, según un análisis de BC Group.

A medida que las economías se ajustan a las nuevas dinámicas geopolíticas y económicas -incluida la inflación y la posible recesión a corto plazo-, el impacto resultante producirá nuevos ganadores y perdedores a nivel global.

Los impactos serán especialmente fuertes en tres áreas:

• Bloqueo Rusia/Unión Europea. El comercio entre la Unión Europea (UE) y Rusia se reducirá drásticamente -en torno 300.000 millones de dólares durante la próxima década- a medida que entren en vigor las sanciones occidentales contra Rusia y Europa Occidental abandone su dependencia del petróleo y el gas rusos. El comercio ruso se trasladará de Europa a otras regiones, particularmente a China e India y veremos los la posición de Turquía. Los impactos más disruptivos ocurrirán en el sector energético, pero los cambios también afectarán a otros productos básicos.

• Nueva dinámica China. El comercio entre Estados Unido y China también disminuirá de manera ostensible en los próximos años. Los volúmenes UE-China crecerán pero a un ritmo más lento que el promedio mundial, ya que las compañías se centran en aumentar su capacidad de resiliencia y recuperación. Estas tendencias impulsarán el avance del comercio mundial con los países de la ASEAN, la India y México, a medida que nuevas dinamicas como el ‘near shoring’ y el ‘friend shoring’ vayan asentándose.

• Importante crecimiento de la ASEAN. El sudeste asiático será el principal beneficiario del nuevo mapa comercial global. La región verá un comercio significativamente mayor con China, Estados Unidos, Japón y la UE, impulsado por la necesidad de las empresas de diversificar las cadenas de suministro globales frente a las crecientes e imprevisibles tensiones geopolíticas así como las subidas de los costos de fabricación en China. El comercio de la ASEAN con China crecerá ensobre los 500.000 millones de dólares en la próxima década, el mayor aumento interregional de este nuevo mapa del comercio mundial. Es sudeste asiático es muy atractivo por los costos más bajos de la región y la creciente amplitud y profundidad de sus capacidades de fabricación.

En general, los cambios previstos seguirán debilitando la globalización económica y la apertura comercial que caracterizaron las tres primeras décadas del período posterior a la Guerra Fría (de 1990 a 2010). Por el contrario, las crecientes tensiones comerciales y algunos nacionalismos que han aparecido en los últimos años seguirán dando incertidumbre a las relaciones comerciales mundiales durante la próxima década. En este entorno, los grandes operadores tendrán que diversificar sus relaciones comerciales para reducir la inversión global y los riesgos de sus cadena de suministro .

El conflicto en Ucrania y sus posibles consecuencias seguirá siendo clave en el devenir de las relaciones comerciales globales, que tendrá impactos económicos significativos ya que tanto la UE como Rusia buscarán en otros lugares para llenar los huecos comerciales creados por la ruptura. Durante la próxima década, la Unión Europea aumentará su comercio con Estados Unidos impulsado en gran parte por el aumento de las exportaciones de energía de los EE UU al Viejo Continente. Como también verá una gran crecimiento en con los países de la ASEAN, África , Medio Oriente e India. Mientras tanto, el comercio de Rusia con China e India aumentará por encima de los 100.000 millones de los que 90.000 millones serán solo con China.

Fabricación nacional

Los esfuerzos del Gobierno estadounidense para promover la fabricación nacional y alentar a las empresas a diversificar las cadenas de suministro comenzaron durante la Administración Trump; mientras que continúan bajo la de Biden tomando medidas para disminuir la dependencia comercial del país de China. Asimismo, la UE ha adoptado una postura cada vez más cautelosa con respecto a China, ya que la dinámica comercial y de inversión entre la Unión Europea y China se ha vuelto más desafiante. Una ola creciente de intercambios punitivos de ojo por ojo comenzó a principios de 2021. Como resultado, el aumento del comercio entre la UE y China se está enfriando, y se prevé que el comercio bidireccional crezca solo 75.000 millones en la próxima década.

Un efecto de la desaceleración del comercio occidental con Rusia y China será un aumento correspondiente en el comercio entre las regiones del norte y del sur a medida que los países encuentren nuevos socios comerciales en África, América del Sur y el sudeste asiático. Los claros ganadores aquí son los países de la ASEAN, que verán incrementadas sus relaciones comerciales con China, Estados Unidos y la Unión Europea de manera muy importante.

En términos más generales, el mapa comercial en evolución muestra relaciones que se unen en torno a una nueva dinámica Este vs. Oeste -una comunidad liderada por Estados Unidos y la UE y una contraparte China/Rusia- junto con el surgimiento potencial de un tercer bloque de naciones aparentemente neutrales. En un nuevo resurgir de los países ‘no alineados’, este grupo -en su mayoría del mundo en desarrollo, incluidos Indonesia y otros de la ASEAN, India, Brasil y naciones africanas como Sudáfrica-, encontrarán oportunidades para expandir el comercio al entrar en vacíos comerciales creados por rupturas de relaciones en otros lugares.

Ciertas industrias sentirán las interrupciones globales más profundamente que otras, siendo la energía el sector más afectado debido a la eliminación gradual de Occidente del petróleo y el gas rusos, así como la lucha por reemplazar a Rusia como fuente de energía. La presión sobre las organizaciones para mejorar la sostenibilidad y aumentar el uso de fuentes de energía alternativas también seguirá afectando las estrategias y operaciones energéticas corporativas en todo el mundo.

Cadenas de suministro

Mientras tanto, las industrias con cadenas de suministro globales complejas -semiconductores, automóviles y productos electrónicos de consumo- deberán enfrentarse a transformaciones difíciles a medida que las compañías tomen medidas para mejorar la resiliencia y reducir su dependencia de la fabricación en China.

El entorno comercial comparativamente seguro -que permitió a las empresas desarrollar extensas redes mundiales de suministro durante los últimos 30 años- ha dado paso a uno más incierto. El mismo que exigirá un nuevo equilibrio entre los objetivos tradicionales de eficiencia y menores costes por un lado y, por otro, una mayor conciencia de los riesgos globales y los pasos necesarios para mitigarlos.

Los patrones comerciales globales recientes dejan claro que muchas organizaciones ya están priorizando el control de las cadenas de suministro y la diversificación global. A corto plazo, las empresas deben tomar varias medidas para adaptarse a la evolución de la situación económica mundial:

• Analizar oportunidades en la cadena de valor para mejorar la capacidad de respuesta.

• Priorizar los pasos para aumentar la resiliencia, como la creación de stocks y almacenes intermedios de productos básicos o la selección de proveedores alternativos.

• Planificar contingencias para materias primas básicas de riesgo identificadas en cadenas de valor.

A largo plazo, las compañías también deberán tener en cuenta algunas contingencias básicas:

1. Tendrán que tener en cuenta en su planificación a todos los niveles a los escenarios geopolíticos de alto riesgo. Esto será importante a la hora de la asignación de capital como para la gestión de sus cadenas de suministro .

2. Priorizar los objetivos ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo que tengan implicaciones para las cadenas de suministro especialmente en las más largas.

3. Promocionar el talento disponible, con el objetivo de tener personas en roles de liderazgo que puedan identificar y gestionar y anticiparse a los riesgos globales lo antes posible.

4. Utilizar herramientas analíticas modernas para mejorar la visibilidad temprana de los choques o interrupciones emergentes y para visualizar escenarios y contingencias.

Desafíos

El comercio mundial se ha visto desafiado en los últimos años por el proteccionismo, la pandemia y la guerra. Los impactos de estas fuerzas influirán en los flujos comerciales de todo el mundo en el futuro previsible. Las compañías que dependen de las cadenas de suministro globales deben reconocer que los desafíos que enfrenta el comercio mundial llegaron para quedarse, por lo que deben continuar diversificando sus redes y construyendo resiliencia.

En clave nacional, a pesar de que el comercio exterior ha crecido sobre el 20% el último año, es cierto que ha sido básicamente en países del entorno de la UE. De primeras es una buena opción porque la cadena de suministro es más estable, pero España debe ser capaz de establecer redes comerciales sólidas, grandes y duraderas más allá de nuestros tradicionales socios europeos.

Fuente: https://valenciaplaza.com/


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