Así de espectacular se ve el Sol desde el observatorio solar más grande del mundo
Este mismo año espectacular telescopio James Webb de la NASA nos ha regalado imágenes increíbles del cosmos, donde hemos podido maravillarnos con la belleza del espacio. Fotografiar planetas a grandes distancias y con esa calidad no es tarea fácil, pero hay una estrella que el James Webb (y la mayoría de telescopios) no pueden inmortalizar: el Sol. A pesar de ser nuestra estrella vecina y el sustento del Sistema Solar, los altísimos niveles de energía del sol fundirían el delicado equipamiento de la mayoría de telescopios, pero no los del Telescopio Solar Daniel K. Inouye.
Se trata del telescopio solar más grande del mundo, que acaba de terminar su construcción en Maui, Hawai. Los primeros pasos que llevarían a la construcción de este auténtico monstruo comenzaron hace más de 25 años, y tras casi una década en fase de construcción, por fin podemos verlo funcionar.
El director de la Fundación Nacional de Ciencias, Sethuraman Panchanathan, explicaba en un comunicado la importancia de este nuevo telescopio, y acompañaba sus palabras con imponentes imágenes nunca vistas del Sol, capturadas por el Inouye.
El telescopio ha capturado imágenes de la superficie solar y de la cronosfera, su letal atmósfera
Este telescopio llega a donde ningún otro puede, y lo hace gracias a una lente espejo de 4 metros de diámetro, capaz de soportar la potencia cegadora del Sol. El telescopio necesita dispersar todo el calor que recibe este espejo gigante, y conseguir controlar eso ha sido uno de los grandes problemas en su fase de diseño.
Ahora, el Inouye es capaz de capturar con increíble detalle la superficie solar y la cronosfera, la atmósfera del Sol.
Ahora mismo el Sol está en su estado “mínimo”, que suele durar aproximadamente una década. En este contexto apenas se pueden observar manchas solares en su superficie, pero cuando vuelva a su pico de actividad, este nuevo telescopio será capaz de desatar todo su potencial para mostrarnos las increíbles erupciones solares y eyecciones de masa coronal.
La actividad solar puede afectar a la Tierra de forma directa, y es por ello que China ha construído recientemente un array de más de 300 telescopios para poder prevenir los impactos negativos que estos fenómenos pueden tener en nuestra red de comunicaciones. El Inouye es una herramienta más (mucho más potente en este caso) para estudiar las tormentas solares y las violentas erupciones que se suceden a diario en nuestra estrella. Recordemos que el Sol es, en esencia, una explosión gigantesca; poder observar su violento comportamiento desde tan cerca es algo con lo que los astrofísicos llevan años soñando.
Fuente: https://www.mundodeportivo.com/