Así aterrizan los cazas del ejército americano en una autopista de Míchigan
No todos los que van por la carretera a una velocidad tan alta que parece que van a despegar son locos. A veces son pilotos de las fuerzas aéreas de maniobras.
Y, si no, que se lo digan a los habitantes de Alpena, una pequeña localidad de Míchigan, que han visto cómo aterrizaban varios cazas del ejército americano en una autopista que pasa por su término municipal, la M-32.
En concreto, fue la Guardia Nacional Aérea del estado de Míchigan (una especie de milicia del aire que también forma parte de la reserva de la Fuerza Aérea federal) la que llevó a cabo estos ejercicios. Que, según dicen, son históricos. Porque es “la primera vez aviones militares modernos toman tierra y despegan en una autopista de Estados Unidos intencionadamente”. Es decir, más allá de aterrizajes forzosos.
Bajo el nombre de operación Thunder Landing Zone (Zona de Aterrizaje Trueno), los aparatos participantes fueron cuatro cazas A-10 Thunderbolt II y dos aviones de transporte C-146 Wolfhound. Estos utilizaron un tramo de cuatro carriles de la carretera, que se cortó al tráfico durante 5 horas para la ocasión.
El simulacro estaba diseñado sobre todo para que los pilotos de la Guardia Nacional cogieran experiencia con el trabajo en condiciones de conflicto. Ya que muchas veces, en estos se hace necesario utilizar como pistas lugares no acondicionados para ello, como carreteras anchas. Otro objetivo era que los equipos de tierra practicaran todo lo necesario para rearmar y repostar un avión en sitios remotos, lejos de una base.
Los propios cazas de la milicia de Míchigan ya habían participado en un entrenamiento similar en Estonia en 2018, pero nunca en territorio estadounidense. Este ejercicio, por cierto, formaba parte de unas maniobras más amplias de la Guardia Nacional, llamadas Northern Strike. En marcha desde el 31 de julio, en ellas participan unas 5.100 personas de distintos estados y también de otros países, según informa la propia institución estadounidense.
Sin embargo, a los que no tuvo que hacerles demasiada gracia ver el aterrizaje de los cazas del ejército americano en una autopista fue a los vecinos de las casas colindantes. Y no ya solo por el ruido. Además, los militares les cortaron la electricidad durante toda la mañana. Aunque, a cambio, tendrán unos vídeos muy llamativos que enseñar a sus amistades.
Fuente: https://periodismodelmotor.com/