Alzhéimer sería diagnosticado a través de operación de cataratas
Madrid.- El hallazgo se debe a un método de detección diseñado por Celia Sánchez-Ramos, doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública y diplomada en Óptica y Optometría por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), entidad poseedora de la patente de esta técnica. Según explicó en rueda de prensa la propia Sánchez-Ramos, candidata al Premio Príncipe de Asturias en la categoría de Investigación Científica y Técnica, hasta ahora, el alzhéimer no tenía un diagnóstico seguro en el paciente vivo, ya que no había forma de detectar el biomarcador que confirma la existencia de la enfermedad hasta la muerte del sujeto.Tomando como punto de partida la pista de Goldstein, un investigador estadounidense que afirmaba que en el cristalino de los individuos vivos podía hallarse también el biomarcador que indica la existencia de la enfermedad, la doctora Sánchez-Ramos inició una investigación hace algo más de dos años que ha concluido con la publicación mundial de la patente de este método hace sólo unos días.
El sistema, detalló la que fuera ya mejor investigadora del mundo en 2009, consiste en analizar los restos de cristalino extraídos en las operaciones de cataratas que se realizan a las personas mayores para ver si está en ellos el biomarcador del alzhéimer o de cualquier otra demencia de su género.
A su juicio, son candidatas a beneficiarse de esta técnica todas las personas mayores intervenidas de cataratas, ya que carece de efectos secundarios al trabajar con residuos ya extraídos del organismo mediante una operación rápida y fácil.
En este sentido, Rosario Díez, jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Getafe, uno de los que ha trabajado con la doctora para llegar a este método, indicó que cada año se realizan en España entre 260.000 y 300.000 operaciones de cataratas a personas mayores, ya que entre los 70 y los 75 años es un problema que afecta al 40% de la población.
El Hospital de Getafe, como el de Leganés o el Infanta Sofía, ha colaborado con Sánchez-Ramos y la Complutense en el diseño de este sistema, enviando muestras de cristalinos de pacientes intervenidos de cataratas para su posterior análisis por parte de neurólogos y geriatras.
Para que la Complutense siga recibiendo muestras y pueda poner así ‘en juego el estudio’, se están firmando acuerdos con hospitales, principalmente madrileños, como los ya citados.
Que la técnica se universalice y llegue hasta todos los pacientes que quieran beneficiarse de ella ‘depende de las administraciones’, señalaron Sánchez-Ramos, Díez y Carmen Acebal, vicerrectora de Investigación y Política Científica de la UCM.