Alarmante aumento de homicidios en Puerto Rico luego de Huracán María
Carolina.- Antes de que saliese el sol el primer día del 2018, alguien llamó al 911 para informar que junto a una carretera de la localidad de Vega Baja yacía el cuerpo carbonizado de un hombre que había sido acribillado, que tenía el tatuaje de algo parecido a una víbora en su mano izquierda.
Al día siguiente, dos hombres fueron hallados muertos con los pies y las manos atadas en Bayamón, una ciudad de clase obrera al sudoeste de la capital. Otro individuo falleció baleado en la vecina Vega Baja al tratar de impedir que le robasen su generador de electricidad.
Treinta y dos personas fueron asesinadas en los primeros 11 días del año, el doble de las que murieron por esa causa en el mismo período en el 2017. Si el aumento resulta ser algo más que un fenómeno aislado, enero podría ser el mes que más asesinatos registra la isla en al menos dos años, incorporando un peligroso elemento a la devastación causada por el huracán María, el peor desastre que sufre Puerto Rico en décadas.
La cantidad de homicidios no registró aumentos en las semanas posteriores al huracán del 20 de septiembre, pero la policía y otros expertos dicen que las recientes matanzas parecen estar relacionadas al menos parcialmente con el temporal.
La tormenta sumió en la oscuridad a buena parte de la isla, aumentó las penurias económicas y contribuyó a que la policía lanzase protestas por falta de pagos que dejaron a la nación indefensa. Para peor, las autoridades dicen que estalló una guerra entre bandas de traficantes de drogas que tratan de apoderarse de territorios aprovechando los descalabros que produjo el huracán.
“Los huracanes afectan a todo el mundo, incluyendo los delincuentes”, declaró el criminólogo José Raúl Cepeda. “En una economía tan débil como la nuestra, el tráfico de drogas se ha convertido en una oportunidad de empleo particularmente para aquellos jóvenes varones más pobres o con menos educación”.
El gobierno de la isla ya estaba en bancarrota antes del huracán y se retrasó en el pago de millones de dólares de horas extras trabajadas por los policías, que empezaron a llamar enfermos como forma de protesta.
Todos los días se ausentaban unos 2,000 agentes en un territorio que cuenta con 13,600 policías. Más de una docena de cuarteles tuvieron que cerrar por varias horas o incluso un par de días durante el período de las fiestas de fin de año por falta de agentes. No se ha hecho ni un solo arresto todavía en conexión con los 32 asesinatos que se registraron este año.
Fuente: https://www.elnuevodia.com/