Al IDAC pan, y al IPAC vino
“La verdad más cruel es mejor que la más hermosa de las mentiras”.
Esta reflexión llega a nuestra mente al pensar en la supuesta selección de nuestro país como sede del Instituto Panamericano de Aviación Civil (IPAC), a través de la Academia Superior de Ciencias Aeronáuticas (ASCA).
El IPAC serviría como el centro de instrucción para satisfacer las necesidades de los 22 Estados miembros de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC).
Más de seis meses han transcurrido desde que toda la prensa nacional fue saturada con las informaciones servidas por el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), en las cuales se enfatizaba que “el histórico acontecimiento representa otro valioso reconocimiento al profesionalismo y a los altos niveles de calidad alcanzados por el IDAC y el ASCA, que han permitido que nuestra academia reciba una distinción de esta magnitud”.
Sin embargo, nada se ha vuelto a hablar, e informaciones oficiosas dan cuenta que la cuestionable sede habría sido reclamada y adjudicada a Brasil, en vez de a la ASCA.
No quisieramos pensar que aventajados discípulos de Paul Joseph Goebbels, personaje muy famoso en el país gracias al destacado intelectual y periodista Don Álvaro Arvelo hijo, hayan pretendido fabricar una realidad, en el entendido que “Una mentira mil veces repetida….se transforma en verdad”.
El sector aeronáutico dominicano tiene derecho a saber la verdad. Entonces, para nuestras autoridades más que un deber ello debe ser una obligación, y llamar cada cosa por su nombre, tal como dice el refrán que al pan pan, y al vino vino, o si lo prefieren: Al IDAC pan, y al IPAC vino.