Aerolíneas aspiran a realizar vuelos con un solo piloto en la cabina: ¿afectaría eso la seguridad?

Actualmente todos los vuelos comerciales tienen dos pilotos en los controles. Sin embargo, siguiendo la tendencia de la automatización total, aerolíneas de 40 países han pedido permiso de operar vuelos con un solo piloto en la cabina. ¿Qué motivación tienen y cómo esta decisión podría afectar la seguridad de los vuelos?
A pesar del silencio generalizado sobre el tema, los sindicatos de pilotos de todo el mundo han estado cada vez más alertas, asegurando que operar con menos de dos pilotos es peligroso.

El proyecto gana mayor impulso en Europa, donde los fabricantes franceses Airbus y Dassault están presionando a los reguladores para que permitan que los aviones de pasajeros operen con un solo piloto en la cabina durante una mayoría de vuelos de larga distancia.

En total, aerolíneas de 40 países han pedido a la Organización de Aviación Civil Internacional que permita vuelos con un solo piloto en la cabina debido a la escasez de personal y los crecientes costos.

Uno de los mayores fabricantes del mundo, Airbus, informó en un comunicado que la automatización puede desempeñar un papel crucial, ayudando en la cabina y reduciendo la carga de trabajo.

Ya no es solo una teoría: los fabricantes están desarrollando y probando activamente una serie de diseños de vuelos autónomos, incluso para uso comercial. Y la EASA, el regulador de aviación de la Unión Europea, está considerando la posibilidad de tener dos pilotos en la cabina solo en el despegue y el aterrizaje. En el resto del vuelo, el segundo piloto descansaría fuera de la cabina, cambiando de turno a mitad del vuelo de larga distancia. Se espera que la EASA complete el proyecto normativo para el 2027.

La autoridad de aviación civil de Reino Unido señaló que cambiar a vuelos de un solo piloto endurecería los requisitos médicos para los miembros de la tripulación y podría afectar su salud mental y satisfacción laboral, destacando que lo más probable es que “las barreras psicológicas seán más complicadas que las tecnológicas”.

Esto es exactamente lo que sucedió a bordo del vuelo 447 de Air France, con destino a París desde Río de Janeiro, el 1 de junio de 2009: durante el vuelo, el comandante de la tripulación dejó al copiloto y a un aprendiz en la cabina y se fue para descansar, y cuando regresó ya era imposible detener la entrada del avión en pérdida aerodinámica. Las 228 personas a bordo murieron al estrellarse el avión en el océano Atlántico.

Además, existe el riesgo de suicidio de pilotos. En 2015, un Airbus A320, propiedad de una compañía afiliada de Lufthansa, Germanwings, se estrelló contra una montaña en los Alpes franceses, matando a 150 personas. Según los resultados de la investigación, la causa del accidente fue el suicidio del copiloto, que estaba solo en la cabina, puesto que el capitán del avión, después de haber ido al baño, no pudo regresar a su asiento, ya que la puerta de la cabina estaba cerrada por su colega.
El ejemplo europeo tiene eco en Estados Unidos: los sindicatos de pilotos locales están en pie de guerra y ya han advertido que cualquier esfuerzo exitoso en Europa ejercerá presiones competitivas sobre las aerolíneas estadounidenses, ante lo que han recomendado que no se siga el ejemplo.

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, el mayor sindicato de pilotos en Estados Unidos, ha iniciado una campaña llamada la seguridad comienza con dos, con sus homólogos europeos, con la esperanza de llevar su argumento directamente a los pasajeros, que también pueden encontrar la idea alarmante.

Una responsable de la EASA, Janet Northcote, subrayó que la agencia europea requeriría que los fabricantes demuestren que los niveles de seguridad son “al menos tan altos como en las actuales operaciones de dos pilotos” para obtener la certificación de operaciones con tripulación reducida.

Actualmente, las cabinas de dos pilotos son la norma. Sin embargo, en vuelos más largos, las tripulaciones pueden tener tres o incluso cuatro pilotos para permitir la rotación y no superar los tiempos máximos de vuelo. Los sindicatos temen que cuando las cabinas se reduzcan a un piloto este paso conducirá a un mundo de aviones totalmente automatizados.

En 2019, un alto ejecutivo de Airbus, Christian Scherer, aseguró que la compañía había desarrollado la tecnología necesaria para volar sin ningún piloto.

Los aviones, así como sus diseños, han evolucionado continuamente hacia una automatización creciente, ya vuelan de forma semiautónoma, aunque con la supervisión del piloto.

Pero el esfuerzo por reducir el número de pilotos a bordo puede asumir una nueva urgencia por las quejas de las aerolíneas de que no pueden contratar suficientes operadores para satisfacer la demanda. Sin embargo, la reducción de la tripulación no tendrá un gran impacto en los resultados financieros de las aerolíneas.

Fuente: https://sputniknews.lat/


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