Aerodom, ¡Así no!
Es cierto que los aeropuertos son un negocio, y como tal persiguen maximizar sus beneficios. Pero también es cierto que esos aumentos lucen desproporcionados. Y sobre todo con la situación internacional tan incierta en el aspecto económico, y en esta época del año cuando precisamente es la de mayor afluencia de viajeros y visitantes por esa terminal aeroportuaria.
Entendemos que aumentos de esa magnitud no se justifican de ninguna manera. Aunque el Contrato de Concesión les faculte para hacer esos aumentos, los mismos deben ser objetados por las autoridades aeronáuticas, especialmente por la Comisión Aeroportuaria.
Los entendidos en aeropuertos comprendemos que se deben tratar de aumentar los beneficios por concepto de “ingresos no aeronáuticos”, como este caso de los estacionamientos de vehículos, tiendas de “duty free”, entre otros.
Un típico ejemplo de lo anterior lo podemos observar con el Aeropuerto Internacional Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson, de la ciudad de Atlanta, en los Estados Unidos de América. A pesar de ser uno de los primeros aeropuertos en el mundo, tanto en el tráfico de pasajeros así como en el movimiento de aeronaves, su principal fuente de ingresos proviene del cobro de los estacionamientos de vehículos.
Pero estos beneficios deben estar sujetos a ciertas normativas y racionalidad. Como AERODOM alega que dichos aumentos son debido a aumentos en sus costos operativos, y para mejorar su opinión pública, les sugerimos que soliciten una auditoría externa que determine sus costos y márgenes de beneficios; en la cual participen autoridades del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), la Junta de Aviación Civil, la Comisión Aeroportuaria, del Departamento Aeroportuario, y la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Los nuevos accionistas de Aerodom, indiscutiblemente que son empresarios con una gran trayectoria internacional; así que deben saber perfectamente que cuando llegan con sus inversiones a un nuevo país deben llevar los cambios con cierta gradualidad, respetando sus leyes, costumbres, y tradiciones.