¿A qué edad se empieza a perder la memoria?
La memoria es una facultad extraordinaria del cerebro humano que nos permite recordar experiencias, aprendizajes y momentos importantes de nuestras vidas. Sin embargo, con el paso del tiempo, es natural preguntarse a qué edad comienza a deteriorarse esta capacidad cognitiva.
La ciencia ha dedicado años de investigación para comprender este fenómeno y proporcionar respuestas claras. ¿A qué edad se empieza a perder la memoria según la ciencia?
La ciencia explica desde qué edad se empieza a perder la memoria
Estudios científicos han revelado que el declive de la memoria no sigue una línea recta y uniforme a lo largo de la vida, sino que varía de persona a persona y está influenciado por una serie de factores. Uno de los aspectos más estudiados es el envejecimiento y cómo este afecta la función cognitiva.
Según investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Harvard y publicadas en la revista Neurology, se ha observado que a partir de los 45 años comienza un declive gradual en algunas funciones cognitivas, incluida la memoria. Este declive puede ser más notable en tareas que requieren un procesamiento rápido de la información o la memoria de trabajo, que es la capacidad de mantener y manipular la información en la mente a corto plazo.
¿A los 40 o a los 60? ¿Cuál es la edad en la que se empieza a perder la memoria?
Otro estudio importante realizado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos encontró que, a partir de los 60 años, muchas personas experimentan cambios en la memoria, especialmente en la capacidad de recordar información reciente. Este fenómeno se conoce como “pérdida de memoria asociada a la edad” y es considerado un proceso normal del envejecimiento.
Sin embargo, es importante destacar que no todas las personas experimentan el mismo grado de deterioro cognitivo con la edad. Factores como la genética, el estilo de vida, la salud física y mental, así como el nivel educativo, pueden influir en la velocidad y la gravedad del declive de la memoria.
Por ejemplo, un estudio longitudinal realizado por la Universidad de California en San Francisco encontró que las personas con niveles más altos de educación tienden a experimentar un declive cognitivo más lento en comparación con aquellas con menos educación. Además, el ejercicio regular, una dieta saludable y actividades que estimulan el cerebro, como resolver acertijos o aprender nuevos idiomas, pueden ayudar a mantener la memoria y la función cognitiva en la vejez.
Es importante señalar que el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento no siempre conduce a la demencia o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. La mayoría de las personas mayores conservan la capacidad de vivir vidas plenas y funcionales, aunque puedan experimentar ciertos cambios en la memoria y otras funciones cognitivas.
Fuente: https://www.noticiasrcn.com/